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miércoles, 9 de mayo de 2012


La bolsa, nada más simple
“Cierto día, en un pueblo, apareció un hombre y anunció a los vecinos que compraba monos a 10$ cada uno. Los vecinos, sabiendo que había muchos en la región,  fueron a la selva y comenzaron a capturarlos.
El hombre les compró unos cientos. Después, como la población disminuía, los vecinos dejaron de cazar monos.
Entonces, el hombre anunció que a partir de ahora los compraría a 15$. Los vecinos comenzaron de nuevo la caza del mono. Pronto el stock se agotó y los habitantes del pueblo volvieron a sus ocupaciones.
La oferta subió a 20$. La población de monos se volvió tan pequeña que era raro verlos, y aun más atraparlos.
El hombre anunció que ahora los compraría a 50$. Sin embargo, como debía ir a la ciudad por negocios, dejaría a su asistente ocuparse de las compras. Una vez que el hombre se había ido, su asistente reunió a los vecinos y les dijo:
“Mirad estas jaulas con todos los monos que el hombre os ha comprado. Os los vendo a 35$ cada uno y cuando él venga, se los podréis vender a 50$”.
Los vecinos reunieron todo su dinero, algunos vendieron todo lo que tenían, y compraron todos los monos.
Por la noche el asistente desapareció. Nunca se le volvió a ver, ni a él ni a su jefe, y sólo quedaron monos corriendo por todas partes…
¡Bienvenido al mundo de la bolsa!”